¿Un consejo?

14.12.09

"Tienes que correr, moverte rápido, porque otros atentan contra lo que has soñado. Date prisa, no te detengas. No pierdas tiempo en un suspiro. Las horas corren y la vida con ellas, haz que valgan la pena. Esfuérzate, lucha...

...despierta. Abre los ojos y disfruta el ocaso. El fin de la vida, el fin de la muerte..., sal de ese estado. Vuelve a ser quien eras, no te permitas ser la que fuiste. Equivócate, comete errores, cae..., pero sé capaz de volver a comenzar, de levantarte. No lo permitas, no permitas que todo acabe. Mantente firme, defiéndete si es necesario, grita, llora, haz un escándalo, que no importe si alguien te escucha, no sientas miedo, confía..., confía en ti y en mí... confía en ambos, en lo que podemos hacer juntos, en las cosas que cambiaremos, en el mundo que nos espera. Sal de allí, enfréntate a la luz, deja que te molesten los ojos y que por minutos no veas nada. Disfruta del momento en el que todo comienza a hacerse visible. Respira, suspira, ya no importa el tiempo. Escucha, haz que te escuchen. Comienza de nuevo, date una oportunidad.

Y verás que las cosas cambian."



Es lo que sucede cuando abres el corazón a tantos sentimientos y permites que ése, en el que nunca quisiste creer, lo destroce por completo.

4.11.09

No me creo capaz de lidiar con esta situación.
No quiero luchar contra esta fluctuación de sentimientos.
No puedo sonreír en la mañana y llorar por la tarde.
Me siento cansada... y han pasado sólo tres días.

Al final del camino alguien deberá alejarse.
Sé que seré yo.
Porque no puedo continuar con esto.
No quiero continuar con esto.

Cambios

16.9.09

Las cosas cambian... o nosotros las hacemos cambiar.

Es probable que quiera regresar un poco el tiempo, pero sé que es imposible.
Entonces queda el vacío. El vacío cruel. Ese mismo vacío que recuerda a cada momento: "Las cosas han cambiado".

Ya no voy a intentar remediarlas.
Las cosas perdidas, perdidas están, no voy a buscarlas de nuevo.
Los sentimientos guardados, se quedarán así.
Las amistades que se han desgastado, desgastadas quedarán.

Ya no quiero intentarlo de nuevo.
No creo que valga la pena.

Basta

26.8.09

He decidido que no quiero más amigos.
Voy a quedarme con los que, ahora, tengo y sólo con algunos.
No voy a comenzar nuevos ciclos de amistades, porque la mayoría de las veces termino decepcionada de ellos. Para los desconocidos, seré simplemente una odiosa más. Para el resto de mis amigos, intentaré seguir siendo la misma.

Voy a hacer algo parecido a una limpieza y si no tengo el valor suficiente para eliminar a cierta gente de mi vida, simplemente los tendré allí como un recordatorio del por qué no quiero continuar así.

Desde hoy prometo no volver a confiar.
No lo haré.
Desde hoy prometo ser honesta, únicamente, con la gente que –siento- es honesta conmigo.
No me arrepentiré de ello.

Probablemente borre mi cuenta de Msn.
Tal vez me deshaga del FB.
Posiblemente, también le diga adiós al Twitter.
Puede que también haga el Skype a un lado.

Sin embargo, no lo haré de la noche a la mañana.
Y eso por decir que lo haré.
Es muy probable que éstas sean promesas que no cumpla.
De cualquier modo quiero hacerlas, porque en este punto del camino sólo puedo decir una cosa: ¡Basta!

Algo me falta y no sé qué es.
Muchas cosas sobran y no puedo deshacerme tan fácilmente de ellas.
Sólo sé que quiero seguir escribiendo y que lo haré.
El resto… ya se verá.

Hoy...

1.8.09

Hoy escribo y me mueve el dolor.

No me parece un buen comienzo para cualquier actualización, pero es lo que siento y debo plasmar. Ésa es mi idea de un blog: un lugar en el cual escribir esas palabras que no puedo decir, en el que puedo gritar sin ser escuchada y llorar sin llegar a ser vista.

Hoy me asomé a la ventana y en la plaza que queda frente a mi edificio pude ver a niños felices, jugando y riendo y ¡cómo reían! Eran carcajadas hermosas y llenas de vida. Algunos lloraban, pero sólo porque se habían caído. Y en ese momento te escuché hablar. Fue tan difícil no hacerlo, pues estábamos tan cerca y sin embargo intenté alejarte de mis pensamientos.

Te concentrabas tanto en otros, en ayudar o en molestarme, nunca voy a poder saberlo sencillamente porque nunca voy a intentar averiguarlo. Sonreías y te veías feliz y no supe si se debía a lo que sucedía o a lo que iba a suceder. Tampoco quiero saber eso. Parecías sentir tanta paz que no entendí si te la causaba la conversación o el saber que yo estaba escuchando. Mucho menos quiero conocer esa respuesta.

De pronto no pude más, porque entendí tu charla con increíble rapidez. Casi escuché la voz de tu interlocutor y supe que si no haces estas cosas adrede, realmente es que no te das cuenta del daño que me haces. Me alejé… entré a la habitación más cercana y comencé a hacer otras cosas para olvidar el tema; lavé los platos que estaban limpios, tomé un poco de agua aun cuando no sentía sed, respiré profundo dos y tres veces, pero nada de eso pudo evitar que las lágrimas corrieran por mis mejillas… ¡algunas veces son tan rebeldes! Creo que son un poco como yo.

Pero tras unos minutos, todas esas lágrimas entendieron que no era el momento de ver la luz. Me ayudaron un poco y dejaron de querer salir. De cualquier manera, el daño estaba hecho y estos ojos cafés que tengo, me delataron… o al menos eso pensé al verte frente a mí, luego de que hubieras terminado con la llamada. Pero tú, simplemente me hablaste, sin siquiera dignarte a verme y luego diste media vuelta… saliste de allí, me dejaste sola, como siempre sola.

¿Y luego preguntas si estoy molesta contigo? Con ese tono de voz que deja bastante claro que la molesta eres tú. Y yo me muero por saber si es que acaso no tengo derecho a estarlo. Hay un momento en el que simplemente, por más que lo evite, el dolor que llevo dentro sale a la luz, corre desesperado por cada rincón de esta casa… (porque me gusta llamarle casa aunque sea un apartamento en el tercer piso de un edificio) y regresa para dormir nuevamente en mi corazón, cuando ya no queda más espacio por visitar. Es capaz de gritarte a la cara que me mires, que te des cuenta de lo que has hecho y tú eres capaz de ignorarlo.

¿Tanto te cuesta un abrazo sincero? ¿Una palabra de aliento? ¿Una sonrisa?

¿Qué ha pasado contigo? ¿Qué ha pasado conmigo? ¿Cuál ha sido mi error? ¿Qué pecado se supone que cometí? ¿Será esto siempre así? Porque la verdad no me creo muy capaz de soportarlo durante mucho tiempo más. No sé si un día me atreva a leerte esto, también ignoro si algún día llegarás a este blog y seas tú la que se dedique a leer. Sólo sé que si un día te enteras de todo esto que estoy sintiendo, tengas tiempo de remediar cada error. Porque a veces siento que puedo perdonarte, pero otras tantas sé que nunca lo podré hacer. Me habrás perdido y estaré allí para recordártelo siempre, con una sonrisa fría, con una palabra que te hiera, con un abrazo que no daré.

Y me extrañarás… y me verás a diario y sabrás que lo hiciste todo mal. Y esperarás mi cariño… pero no lo tendrás. Y estaré ahí… sin estar.

Y algún día podré decir: No te quiero. Nunca lo haré.

Pero mientras ese día llega… quiero que sepas que hoy, durante el primer día de Agosto… sigo sintiendo que te quiero, que eres importante para mí y que… eso hace que todo duela más.

Sigo soñando con ese abrazo… sigo esperándolo, sigo pidiéndolo.

Sigo aquí…

Quisiera

29.7.09

Quisiera volver atrás, a esos días en los que todos éramos uno solo, en los que si uno lloraba todos hacíamos lo que podíamos porque sonriera, en los que nos escondíamos de un abuelo que quería reprendernos por comer dulces antes del almuerzo o por esas tardes en las que corríamos bajo la lluvia. Daría mi vida entera por volver atrás, por regresar el tiempo y sonreír como siempre sonreía, cuando mi mayor preocupación era no caer de un árbol o huir del perro, ese que tanto miedo me causaba.

Quisiera comer helados hechos por la abuela, en medio del patio de la casa, bajo la sombra del árbol más grande y acompañada por mis primeros mejores amigos, por esos a los que un día les dije: “Mis hijos les dirán tíos”. ¿Qué no sería capaz de hacer por ir a dormir sabiendo que al despertar volveré a tener ocho años y lloraré sólo porque me caí y mi rodilla salió lastimada?

Quisiera llegar al punto exacto en el que las cosas comenzaron a torcerse y detener el tiempo, para que podamos respirar profundo y meditar bien las cosas. Tal vez la vida fuera un poco distinta ahora. Me gustaría no ser una de las tres personas implicadas en toda esta situación. Quisiera que todo esto doliera un poquito menos.

Quisiera… ¿cuántas cosas imposibles quiero? ¿Cuántas cosas posibles querré?

¿Complicado?

10.7.09

Algunas veces me pregunto si realmente te importo; aunque debería ser así, debería importarte por sobre todas las cosas, deberías ser capaz de sacrificar cualquier cosa por mí, deberías… y no lo haces. ¿O yo no lo permito? ¿Será que yo te alejo? ¿Que no me acerco a ti?

¿Tienes idea de cuánto me duele todo esto? ¿Te has sentado a analizar mi dolor en lugar de lamentarte sólo por el tuyo? Me dices egoísta y tal vez lo sea, pero creo que me lo has enseñado tú. Tú me has obligado a preocuparme sólo por mí, porque es lo que haces por ti misma.

Tú me has dejado a un lado infinidad de veces. Siempre han sido más importantes otras cosas (y personas) que yo. Y no es envidia, es realidad, la realidad que me obligaste a vivir y que me va a perseguir cada día de mi vida. Es el dolor que me has causado, las lágrimas que derramo al escribir esto, porque se me hace injusto tener que plasmar estas letras a modo de desahogo en lugar de ser capaz de decírtelas frente a frente. Pero no soy capaz y no lo seré, porque en ese aspecto me has hecho una cobarde.

Y de pronto rebobino e intento encontrar un momento, un único momento, en el que me haya sentido realmente querida por ti. Pero no puedo dar con él y me duele, sí, me duele porque no puedo negarlo, ya no puedo negarlo más… y lloro con tanta facilidad al tocar este tema que siento que lo he callado durante demasiado tiempo, pero sé también que seguiré guardando silencio… y no comprendo si lo hago por no lastimarte a ti, o por no hacerme más daño a mí misma.

Y quisiera gritar y pedirte una explicación, pero simplemente no puedo hacerlo, porque se me ha inculcado que no debo gritarte y porque siempre que intento tocar el tema, haces que sienta que la única culpable soy yo. Las cosas no funcionan y no todo es mi culpa. Las cosas nunca han funcionado y eso nunca va a ser completamente mi culpa. Y es que si pudiera, daría mi vida entera para volver el tiempo atrás y evitar que las cosas se dieran de esta manera, volvería a nacer y me esforzaría en ser totalmente diferente; cambiaría mi forma de ser y haría todo lo que pudiera para que estas cosas no dolieran tanto. Preferiría ignorarte antes que sentir esto que siento. Pero no puedo y eso duele más. Porque es imposible que rece por ignorarte. ¿En qué me convertiría eso?

Pero ¿sabes qué es lo peor? Que con todo lo que me has hecho sufrir, con todo el daño siento en el corazón, todavía puedo decir que te quiero. Y eso me hace ser una estúpida, una tonta incapaz de odiarte, sin importar que lo merezcas. Porque odio no poder odiarte. Odio sentir que te quiero y que realmente eres importante para mí. Odio eso, por Dios que lo odio. Y siento tanta rabia y a estas alturas no sé si estoy llorando por eso o porque el dolor ya no sabe de qué manera mantenerse a raya.

Y me pregunto… ¿Por qué será tan complicado?

Sin Título II

30.6.09

“…Hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos…” [1]

Hay vidas que terminan, hay caminos que comienzan. Hay alegrías que se olvidan, hay tristezas que se recuerdan. Hay miedos que se sienten, tranquilidad que se respira. Hay un tiempo, hay un espacio… hay un fin, hay un comienzo.

Todo eso en un instante, todo eso en un momento.

Tomó las manos de Christian y entrelazó sus dedos a los suyos. Respiró profundo.

“…Una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios…” [2]

Hubo un “Lo siento”, hubo un “Te Amo”. Se pudo escuchar un “Para siempre” un “Quiero estar contigo”. Se gritó un “Abrázame” se suplicó un “No me dejes” se oyó el palpitar ansioso de un corazón, que comienza a temerle a una muerte segura. Se comenzó a escuchar una lluvia, compartiendo lágrimas silenciosas. Se pudo oír una vida, siendo parte de otra.

Y todo eso como parte de un silencio.

“…Y algo que brilla así de triste entre tus ojos y mis ojos…” [3]

Luz y oscuridad. Lágrimas y sonrisas. Miedos y esperanzas. Un comienzo y un final. Una primera mirada a unos ojos brillantes… un recuerdo. Un vistazo a una sonrisa, que podía detener el tiempo. Un poema no dicho, un libro sin leer. Un alma sin estudiar, un corazón sin comprender.

Una vida… un final.

“Claro que la soledad no viene sola” [4]

Trae consigo el dolor. Viene acompañada de una inmensa tristeza… tiene el poder de atraer los recuerdos…

"… Perdone, ¿puedo ayudarla en algo? parece que el motor ha muerto…" [1]

Cerrar los ojos, para impedir el llanto.

"… lo siento, no me he presentado, soy Christian Woodds…" [2]

Respirar profundo, para evitar caer.

"… entonces podría esperar aquí contigo, si quieres, claro…" [3]

Sonreír con tristeza… en un gesto de melancolía.

"… Tranquila, todo va a salir bien…" [4]

Asentir… con la seguridad de saber que él siempre había tenido razón.

"… debería estar agradecido de que tu coche se haya quedado atrás…" [5]

Respirar profundo una vez más… esta vez, perdiendo la batalla contra una lágrima rebelde.

Un primer encuentro, una primera vez. Una primera sonrisa, un diferente tal vez.

"Claro que la soledad no viene sola" [5]

Viene rodeada de adiós.

"…Rachel, soy yo, Chris...Christian, del día del accidente de tu coche, el camino, la lluvia… quería decirte....te llamaba para, por si no tienes nada que hacer el 14 de este mes....lo se, se que falta poco, pero es que no encontraba tu número… bueno, había pensado vernos en la playa, la de La Push, sólo si te apetece y si puedes...espero verte allí, ¿qué te parece por la tarde? ¿antes del atardecer?.......cuídate....por favor…" [6]

Una llamada, en pleno Febrero. Un camino, un nuevo comienzo.

"…Creía que no vendrías, que tendrías otros planes…" [7]

Una pequeña sonrisa, junto a un asentimiento. Comprensión… recuerdos.

"… sé que no es muy normal que alguien invite a alguien a una playa el día de San Valentín, después de sólo hablar una vez con esa persona… siento que te necesito… es algo raro, lo sé, pero no puedo evitarlo, no es porque quiera evitarlo, pero es así y desde que te vi aquel día en la carretera he pensado en ti, desde que me encontré con tu mirada supe que te necesitaba, y así era, cuando te fuiste con tu coche ya arreglado cada vez sentía que me faltaba algo… Digamos que si no te veo, o si no estoy cerca de ti, no soy yo...es como si me faltara algo para estar completo, y ese algo eres tú… estoy hecho para ti, y sólo para ti, ahora mismo te pertenezco, bueno, exactamente es mi corazón el que te pertenece, y a nadie más, no cambiará de poseedor, ni siquiera aunque tú no quieras, siempre será tuyo…" [8]

Unas palabras, una confesión. El más nítido de los recuerdos. Increíble dolor.

"… ¿De verdad hay un nosotros?..." [9]

Siempre lo hubo, siempre lo habrá.

"…tendrás que perdonarme pero nunca te pediré que te alejes de mi, no es porque no quiera, es porque no puedo, no está en mi naturaleza pedirle a alguien que quiero tanto, que se vaya…" [10]

¡Claro que no! No había sido él quien tomara aquella decisión, no había sido él quien había decidido alejarse. No había sido él quien debía irse, dejando una parte de sí mismo en ese pueblo tan extraño.

Había sido ella, había sido Rachel.

Y aún así no entendía por qué aquello dolía tanto. No era que desconociera la magnitud de los sentimientos que tenía por Christian, no se trataba de no entender por qué su corazón gritaba que no se fuera.

Todo aquel desconcierto se debía a él. A su dolor, a su tristeza, al vacío en su mirada. Todo aquello tenía que ver con él…

Porque no podía comprender, que él estuviera así.

De pronto un beso y un respiro. Una explicación…:

"… no lo sientas, no quiero que estés mal…" [11]

Entendimiento. Aturdimiento. Culpa.

De pronto comprendió que lo que él decía sentir era mucho más fuerte que cualquier otra cosa en el mundo. Que las palabras que había pronunciado, siempre habían estado impregnadas de sentimientos reales, de sentimientos indestructibles…

En un instante tuvo la completa certeza de que Christian la quería. La quería de verdad, de maneras impensables.

Y se sintió culpable.

Porque su cariño era mucho más fuerte de lo que ella había llegado a imaginar. De lo que pensó algún día, que podía merecer. Porque no sólo era ella la que sentía que dejaba su vida junto a Woodds, era él quien vería partir una parte de sí mismo con ella. Y aquello dolía… por supuesto que dolía.

Fue en ese momento, en ese preciso instante y no en ningún otro, en el que supo qué significado podía tener darle un abrazo… mirar sus ojos… entregarle una sonrisa, dedicarle un te quiero.

Así que guardó su tristeza en cualquier espacio vacío de su corazón, acabó con la mínima distancia que los separaba y se apoyó en su pecho, rodeándolo con sus brazos…

Le abrazó ahora, porque ya luego no tendría tiempo. Trató de respirar con normalidad, para que él no se diera cuenta de las cálidas lágrimas que comenzaban a correr por sus mejillas y cerró los ojos, para no ser testigo de una fuerte lluvia que ahora caía sobre la calle, que comenzaba a empaparlos y que, sólo significaba una cosa:

El cielo también miraba aquella absurda despedida. Compartía aquel momento y lloraba junto a ella.

Porque claro… la soledad no viene sola.




***

Aclaraciones:

[1] , [2], [3], [4], [5] = Fragmentos de "Soledades" de Mario Benedetti.
[1], [2], [3], [4], [5], [6], [7], [8], [9], [10], [11] = estas son frases de Sofía Idoyaga, creo que no pude pedir Partner mejor. Chris nunca pudo ser mejor llevado, mejor pensado, mejor escrito. Lo amo y siempre va a ser así. Así como amo y adoro a mi So. Un sol esta chica, realmente es de las amigas que valen la pena.

La entrada de hoy, es uno de los posteos finales de un personaje en un foro de rol.
Pertenece al tema en el también escribí éste texto y recuerdo haberme conectado tanto con esta historia, que lloré al escribir su final. También la escribí valiéndome de la magia de la música y es por eso que ahora no le encuentro mejor banda sonora que "Run" de Snow Patrol, pero en la voz de Leona Lewis.

Fue una experiencia hermosa escribir esto en su momento.
Es una experiencia hermosa, leerlo ahora.

Gracias por detenerse y echarle un vistazo :)
Un beso.

Les quiero...

Iss

¿Qué quieres?

30.5.09

-¿Te quedarás conmigo?
-¿Quedarme? ¿Para qué? Ya estamos peleando.
-Eso es lo que hacemos. ¡Peleamos! Tú me dices cuando soy un arrogante. Yo te digo cuando eres molesta, lo cual eres el 99.9 % del tiempo. ¡No temo herir tus sentimientos! Pues, en dos segundos dejas de sentirte herida y vuelves a ser molesta.
-¿Y?
-No será fácil. Va a ser muy difícil. Deberemos trabajar todos los días, pero estoy dispuesto a hacerlo porque te quiero.
Te quiero para siempre. Tú y yo, todos los días.

>>> ¿Harías algo por mí? ¿Por favor? ... ¿Puedes imaginar tu vida, en treinta o cuarenta años? ¿Cómo la imaginas? Si es con ese tipo, adelante ¡vete! Te perdí una vez, lo puedo hacer de nuevo si es lo que quieres. Pero no tomes la salida fácil.
-¿Qué salida fácil? ¡No existe! Haga lo que haga, alguien saldrá herido.
-¿Puedes dejar de pensar en lo que todos quieren? Deja de pensar en lo que yo quiero, en lo que él o tus padres quieren. Tú, ¿Qué quieres? ¿Qué quieres?
-No es tan simple.
-¿Qué quieres? Demonios ¿Qué quieres?
-Debo irme.


Mi escena favorita de la película "El diario de Noah"
Realmente, mi escena favorita.

...Tengo que decirte esto...

"Tengo que decirte esto... y tú tienes que oírlo. Te he amado desde que te conocí, pero no me permití sentirlo realmente hasta hoy, siempre pensaba en el futuro, tomaba decisiones movido por el miedo, hoy gracias a ti, a lo que he aprendido de ti, cada decisión que he tomado es diferente y mi vida ha cambiado por completo, he aprendido que si lo haces así, vives al máximo, no importa si te quedan cinco minutos o cincuenta años, Samantha de no ser por ti, de no ser por hoy, jamás sabría lo que es el amor, gracias por ser la persona que me ha enseñado a amar y a ser amado...


-Yo...no sé qué decir.


-No tienes que decir nada... yo sólo quería que lo supieras..."



***

Una de las escenas finales de la película: "Antes que termine el día".
Preciosa, sólo eso.

Pasado...

26.3.09

Simple palabra que ocupa parte importante de nuestras vidas. Llena de recuerdos, de historia, de motivos o pretextos. Llena de risas, de lágrimas, de esperanzas, de miedos… de inseguridades, pero también de optimismo. Cosas buenas, cosas malas, simples cosas que nos han limitado o que nos han impulsado a continuar. Cosas a las que nos aferramos, cosas que no dejamos ir, o que realmente nunca dejamos llegar. 

Cosas que llegaron, cosas que aún llegan, cosas que van a llegar…  

Mañanas recordadas, tardes de risas y buenos chistes, de malos chistes también… noches con amigos, noches de estudios o de una sencilla lectura. Días de pensamientos, de decisiones, semanas, meses, años. Tiempo… sólo pasado. 

Un reloj que se detuvo, una llovizna que comenzó a caer mientras caminábamos al colegio, un sol increíble que salió en medio de cualquier recreo, para recordarnos que incluso que después de una tormenta, siempre debe llegar la calma. 

Las cosas buenas nos acompañan, cuando somos lo suficientemente valientes como para no aferrarnos a ellas y vivir en el pasado, cuando no tenemos miedo de enfrentarnos al presente pensando en el futuro. 

Mientras que las cosas malas, que todos piensan, debemos olvidar. Son necesarias para continuar viviendo. Experiencias negativas, errores cometidos, lágrimas derramadas. Un sinfín de cosas que nos demuestran que debemos aprovechar lo que tenemos, no desperdiciarlo… motivos para sonreír por un chiste increíblemente malo. Motivos para aprender de nuestras equivocaciones.

Oportunidades. 

Recordé el pasado… me permití sentir dolor, nostalgia y alegría. Pero levanté la mirada, pasé la página y cerré el libro. La historia no termina, eso ha sido sólo un capítulo, pero el pasado… es sólo eso: pasado. Creo que puedo continuar y si no me siento preparada, siempre podré repasar las lecciones que he apuntado en ese texto… un texto con un nombre sencillo, un texto llamado: 

Vida. 

***


Lo escribí en menos de diez minutos. 
Realmente fue producto de una inspiración repentina. 
Casi increíble. 
Un besito a todos, gracias por leer. 

Iss

25 cosas sobre mí... ¿Realmente 25?

28.2.09

En un principio, iba a subir esto al Facebook. Luego de pensar cada cosa que escribí, llegué a la conclusión de publicarlo aquí, en mi blog. Porque realmente quería hacer esta nota pero no quería que todo el mundo la leyera. De esta forma, sólo le dejo el link a la persona que quiero que lea y todo bien.

Se trataba de escribir 25 cosas sobre mí. Pero me extendí (como siempre) y decidí llegar hasta 30, por el simple hecho de saber que esta fue una terapia excepcional. Seguramente haga una segunda parte y, obviamente, sería publicada en este blog.

Muy bien... aquí vamos:


1.- No tengo idea de cómo empezar con esto, es algo que me caracteriza a la hora de escribir: nunca puedo escribir una primera línea para cualquier texto, al mismo instante en el que surge la idea. Por esta razón, casi siempre demoro tanto a la hora de escribir alguna historia, o algo por el estilo.

2.- Tengo veinte años, en Octubre cumpliré veintiuno y me siento como cuando tenía diecisiete, ha de ser porque esa fue mi edad favorita, al menos lo ha sido hasta el momento.

3.- Soy hija única. Cuando era pequeña soñaba con tener un hermano, pero era tan ingenua que pensaba que él iba a ser el mayor, cuando me explicaron que la mayor iba a ser yo, dejé de querer uno. Me he sentido bien, siendo la única hija única de mi familia, porque tengo primos a los que considero hermanos.

4.- Me gusta estar sola, disfrutar de un momento para mí, para pensar, cantar, leer, tomar un poco de chocolate caliente e incluso, ver cómo caen las gotas de lluvia sobre el asfalto. Pero le tengo miedo a la soledad, a la eterna soledad, que casi siempre se presenta al estar rodeada de gente. Odio esa sensación de estar sola cuando estoy acompañada por alguien.

5.- No me gustan mis nombres, pero amo la historia que hay detrás de ellos. Son resultado de una mezcla: Isaura, es la unión de nombre de mi abuela paterna (Isabel) y el nombre de la mayor de mis tías maternas (Aura). El segundo: Eneycar, viene de la mezcla entre Eneida (el nombre de mi mamá) y Carmen (El nombre de mi abuela materna). Cada vez que hago este análisis me digo: Tengo los mejores nombres del mundo.

6.- La segunda cosa que más valoro en la vida es la amistad. Mis amigos son los que ocupan la segunda posición en mi lista de prioridades, superados únicamente por mi familia. Siempre he dicho que ellos son la familia que escogí y no me arrepiento de eso. Nada tiene que ver el que estén lejos o cerca, el que hablemos mediante mensajes de texto, llamadas telefónicas, mails, skype o msn, los siento amigos de la misma manera.

7.- Mi hobbie favorito es la fotografía y las fotos que más me gusta tomar, son las del cielo. Tengo una carpeta llena de ese tipo de fotografías. No sé por qué, pero me encanta capturar un buen cielo y guardarlo en mi computador. Encuentro paz incluso en un cielo nublado. Mis favoritas son las fotos del atardecer, no hay palabras para describir cuánto me gustan.

8.- Por sobre todas las cosas en el mundo, amo escribir, leer y cantar. Mi vida no sería vida sin la música y, no puedo conciliar el sueño por las noches sin antes haber escuchado alguna canción o leído dos capítulos (como mínimo) de un libro. Escribiendo, expreso cosas que no puedo decir, por vergüenza, por miedo o por simple capricho. Leyendo, vivo muchas vidas, viajo alrededor del mundo y me conecto con diversas emociones; todo eso en mi habitación, la sala de mi casa o el pasillo del apartamento en el que vivo, ese es mi lugar favorito para leer. Al cantar, le digo al mundo: estoy viva. Es mi manera de reflejar mi amor por la música y nada puede hacerme más feliz que eso.

9.- Desde que tenía diez años de edad, he estado acostumbrada a socializar con la gente y siempre he sabido que esta actitud no es más que un mecanismo de defensa que me vi obligada a desarrollar antes de cumplir esa edad.

10.- Confío mucho y muy rápido en la gente y eso es algo que he querido cambiar, pero no sé si es la costumbre o el miedo, lo que no me permite hacerlo. No tengo por qué negar que soy de las que sufre y llora cuando alguien me traiciona o decepciona, pero he tratado de hacer que otros no “paguen” por eso. Confío mucho en la gente, pero si alguien hace algo para perder mi confianza, es casi imposible que logre recuperarla luego.

11.- Me encanta cocinar y, modestia aparte, lo hago muy bien. Disfruto cuando estoy cocinando, siempre que entro en la cocina tiene que haber música, si no es así, no preparo la comida. Y hablando de cocina/comidas/bebidas, debo decir que no me gustan los refrescos/gaseosas, creo que soy la única persona de mi familia a la que no le gusta. Mato y muero por el agua. Tampoco me gustan mucho los jugos naturales, lo mío es agua y nada más.

12.- A pesar de ser una de las personas más rosa que conozco, no creo en el amor. No en el de pareja, al menos. Y no se debe a decepciones, a traiciones, a infidelidades o a un amor no correspondido. Realmente siento que “el amor” como lo pintan, no existe. Es cuestión de dar sin esperar nada a cambio y, lo que me ha tocado vivir y/o ver, me demuestra que, cuando una persona dice “Te Amo” espera aunque sea un abrazo a cambio. Eso no va con el concepto de amor que siempre he conocido. Y para aclarar cualquier duda, en ningún momento he pensado que el amor de padres a hijos, de hermanos, de familia, no exista. En ese tipo de amor sí creo ciegamente.

13.- Desde un tiempo para acá he pensado que la mala suerte es creada por cada quien, pero eso no impide que el número trece no me guste. Me dan miedo los cuentos de fantasmas y le tengo pánico a las historias de terror, aunque he de admitir que soy una persona bastante “espiritual”, soy católica al 101% pero no creo en eso de confesarme con un sacerdote, siempre que puedo realizo una oración y mantengo lo que me gusta denominar como “Una conversación con Dios”, ésa es mi manera de confesarme.

14.- Mi deporte favorito es el béisbol y, a veces, me aturde que a la gente le parezca extraño. Asumo que no entienden que a alguien “como yo” le guste un deporte “como ese” pero, lo lamento, porque me apasiona, para mí, ningún otro deporte puede generar tantas expectativas como el béisbol, es un juego de estrategias, en el que los planes de un manager no pueden llevarse a cabo sin la entrega de cada jugador. Es un deporte para practicarlo en equipo, el pitcher depende de cada jugador, cada jugador depende del pitcher, el manager depende de su equipo, el equipo depende del manager, cada uno depende de sí mismo y a su vez depende del resto. Mis jugadores favoritos son los campocortos y los lanzadores. Y mi jugada favorita es el doble play (pero cuando tengo la dicha de ver un triple play, soy completamente feliz). Y si hablamos de favoritos, debo decir que mis equipos favoritos son los siguientes: En el béisbol venezolano: Los Leones del Caracas, desde siempre y para siempre. Y en las Grandes Ligas: Los Medias Rojas de Boston.

15.- No puedo comenzar el día sin escuchar al menos una canción que me guste. La mayoría de las veces, escucho alguna de Sin Bandera (que sigue siendo uno de mis grupos favoritos), pero al menos una mañana de la semana está dedicada a Snow Patrol o The Calling. Vienen siendo mis otros dos grupos favoritos.

16.- Soy capaz de escuchar una sola canción durante todo un día. Casi siempre sucede esto cuando “descubro” una canción. Pero otras veces, sucede cuando escribo. Ya que no puedo escribir sin música (lo mismo cuando leo) y si estoy escribiendo alguna historia o algún post para un juego de rol (que me encantan) me “inspiro” en la música. Mayormente demoro una eternidad para escribir, por lo que una canción se repite una y otra vez en mi computador. Lo mejor es que no me canso de ello.

17.- Lloro con extrema facilidad. Puedo llorar porque veo una película triste o porque alguno de mis amigos me dice lo que significa mi amistad para ellos. Lloro porque una canción me llega o porque leo algo sumamente triste. Lloro al ver a un niño en la calle, es algo que no puedo evitar. También lloro al ver las noticias y encontrarme con niños que sufren las consecuencias de una guerra o de algún fenómeno natural. No hay nada que pueda entristecerme más que un niño que llora, ha de ser porque son tan sinceros que su dolor traspasa las pantallas o las hojas de un periódico. Soy en exceso susceptible, además de sentimental, aunque algunas veces sienta que es todo cuestión de debilidad. Pero, así como lloro tan fácilmente, tengo que decir que me río de la misma manera, es decir, con una facilidad increíble. Además, cuando estoy nerviosa, me río, a veces a carcajadas, a veces sólo sonrío, es algo que no puedo evitar.

18.- De todas las personas que conozco, soy yo la que le teme a más cosas. Pero, tal vez los tres miedos más notables son: el miedo a los animales, desde pequeña les he temido, a todos; el miedo a las alturas: lo peor es que quiero hacer puenting; y el miedo a los terremotos, es una de las cosas que más miedo me da en todo el mundo.

19.- Mi época favorita del año es la Navideña. Tal vez por las luces en cada casa, tal vez porque es la época en la que el béisbol venezolano está en pleno apogeo o porque realmente siento que es una época del año en la que se respira paz, alegría, entusiasmo y diversión. No soy muy amiga de los regalos en este tiempo, me refiero a que no me gusta recibirlos, siempre he sido mala para eso. Pero, me encanta hacer regalos a la gente importante en mi vida, sea una tarjeta, un chocolate, un libro o un disco.

20.- No me gusta que me agradezcan por cosas que hago con cariño y de corazón. Si le doy un consejo a una amiga, si estoy para apoyar a un familiar, si escucho el problema de un amigo, sin chistar, sin decir nada, sin sentir otra cosa más que deseos de ayudarle; es porque realmente quiero hacerlo, no para que alguien me diga:“Gracias, qué buena amiga/prima/compañera eres” nunca me ha gustado que me den las gracias por ser como soy. No me gusta hacer las cosas por obtener reconocimiento, porque, soy de las personas que les gusta pasar desapercibida en esos aspectos. Nunca he sido buena para recibir premios, ni para ganar competencias, pero no por no proponérmelo, por rendirme o algo así, sino porque no me gusta ser el centro de atención. Por esa misma razón, no me gusta que se hagan fiestas de cumpleaños en mi honor, cada 16 de Octubre prefiero vivirlo con mis amigos o familiares, pero en una salida al cine o a comer, sin esperar regalos costosos sino una sencilla felicitación. Creo que es porque valoro más las cosas/palabras/actos/gestos sinceros, que una cosa material que sólo diga: “Gasté (cualquier suma de dinero) en ti”.

21.- El mejor amigo que tengo y que he podido tener en mi vida se llama: Victor Manzano y es mi padre. A él le debo todo lo que soy, ha sido él el que ha estaod conmigo en cada momento de mi vida, quien me inculcó (inconscientemente, creo) el amor por el béisbol, el que lee los libros que le recomiendo y el que recuerda los nombres de mis amigos importantes. El que me regaña cuando debe hacerlo y con el cual me he molestado en varias ocasiones, el que me hará morir si llega a faltar y del que tengo los mejores recuerdos. El que me acompañaba cuando no podía dormir, el que no me contaba historias de princesas sino que me contaba sus propias historias, el que me arropaba cuando me dormía y al que no le importaba dormir en un cuarto que no era el suyo y con la luz encendida, sólo porque yo tuviera miedo o no deseara dormir sola. El hombre al que más admiro en el mundo, el que me ha enseñado cosas buenas, aquel en el que he visto cosas malas también, que me han enseñado que nadie es perfecto, el que está siempre dispuesto a aprender de sus errores y el que se ríe de mis chistes malos. En resumidas cuentas: el mejor padre del mundo.

22.- A diferencia de lo que sucede con papá, debo confesar que la relación que mantengo con mi madre es bastante complicada y, en este punto, no diré nada más, porque no acostumbro a hablar de ello. Es un tema que me afecta, pero debía mencionarlo.

23.- Soy bastante indecisa. Siempre he atribuido eso al ser una representante del signo Libra, pero realmente no sé si eso tenga algo que ver. Cuando estoy en una tienda y voy a comprar sólo una cosa, demoro horas tratando de decidir qué llevar y, esto siempre se debe a que en cada visita hay dos cosas que llaman mi atención y no puedo decidir cuál llevar. Lo peor de todo esto es que, cuando llego a casa y dejo las cosas sobre mi cama, siempre me digo: “Creo que hubiera sido mejor comprar lo otro”.

24.- Durante mi infancia fui una chica muy egoísta y cruel y eso es algo que aún me pesa y de lo que no puedo dejar de arrepentirme, sobre todo porque algunas veces, en la actualidad, presento los mismos rasgos que presentaba cuando pequeña. Me asusta poder convertirme en una persona egoísta y a la que no le importe hacer daño a otros con tal de conseguir lo que quiere.

25.- Me he dado cuenta que al llegar al punto 25, aún queda mucho por decir. Si (como dije en el primer punto) a la hora de comenzar a escribir, no sé qué decir; a la hora de terminar todo se convierte en un suplicio, porque me cuesta horrores poner el punto final, pero sin duda diré algo: de los 25 puntos que he descrito, me asusta ver que casi todos son buenos. Me da terror llegar a ser una persona incapaz de ver sus puntos negativos, siempre lucho en contra de eso.


Y, romperé las normas, escribiendo algunas cosas más. De todas formas, esto iba para el FB y he decidido subirlo al blog a última hora.


26.- Tengo que decir que siento una inexplicable veneración hacia un trastorno mental conocido como TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y que, es imperativo que realice un estudio a fondo sobre eso. Hablando de esto, debo decir que una de mis películas favoritas en todo el mundo es: Mejor Imposible. Con Jack Nicholson, y Helen Hunt
(entre otros), ¿el motivo? El personaje de Jack sufría de un Trastorno Obsesivo Compulsivo, no tengo palabras para decir lo maravillada que quedé luego de ver esa película.

27.- Soy una gran fanática de ver las películas y series con su audio original. La mayoría de las veces, el inglés. Siento que al verlas, luego de un doblaje, hace que pierda la magia que debía causar en su momento.

28.- Soy de las que ve una película más de diez veces si quiere, y de las que lee un libro más de una vez sin que eso me moleste. Cada vez que veo una película o un libro (luego de una primera vez) siento que descubro cosas que antes no había podido notar. Tengo muchas películas favoritas y amo descargar y escuchar las bandas sonoras.

29.- Colecciono zarcillos/aretes desde que tenía doce años, por lo que tengo más de doscientos pares, pero desde los diecisiete años he dejado de comprarlos en grandes cantidades. También amo las gorras, aunque sólo tenga cuatro. Me encantan, pero no me gusta coleccionarlas, con las que tengo soy en exceso feliz.

30.- También colecciono frases, sin importar que sean de películas, libros, canciones, historias escritas por amigos, artículos de periódico o alguna otra cosa. Tengo una libreta llena de ellas y nunca he pensado en pasarlas al computador.




Cerrando Ciclos.

11.2.09

Creo que, desde hace mucho tiempo, quería cerrar un ciclo. Pero nunca tuve las agallas de hacerlo… hasta hoy. Nunca me había detenido a pensar en lo que sentiría el día que diera por terminada (definitivamente) una amistad. Asumo que sentí miedo, de sentir lo que siento hoy. Asumo que me aferré a los recuerdos lindos, como hoy me he dado cuenta, que hago. Puede ser que, temiera al resto, a lo que dirían los demás. Puede que no quisiera hacerlo. Puede que, realmente, no quisiera hacerlo.

Pero hoy, al escribir esto (son las 09:26p.m.), no puedo dejar de decir: Nunca pensé que me sentiría de esta forma: Tan, tontamente decepcionada y dolida.

Tal vez no debería publicar esto.

Lo sé.

Tal vez quien lea va a decir: ¿Qué me importa cómo se sienta?

Lo sé.

Tal vez… alguien dirá: No quería leer esto.

Lo sé.

Y lo lamento, lamento si a alguien le molesta leer esto, pero yo
necesito escribirlo y necesito publicarlo, porque no quiero que se quede atrapado en mi computador.

El hecho es que hoy, no he tenido simplemente una mala tarde, que se ha visto mejorada por unos cuantos amigos (Gracias chicos). Hoy, di por terminada una amistad, completé un ciclo que debía completar, hoy llegué al final del camino. Hoy… terminé con todo lo que en su momento me hizo bien, pero se tornó confuso y doloroso.

Hoy… hubo decepción, hubo lágrimas, hubo rabia, hubo recuerdos. Hubo deseos de regresar el tiempo. Hubo… desesperanza. Hubo preguntas que han podido ser respondidas:

¿Estoy bien? No. No tengo por qué mentir.
¿Quiero
llorar? Creo que, además de querer, necesito hacerlo.
¿Estoy molesta? Sí.
¿Siento
decepción? Mucha decepción.

Y eso es lo que más duele. No es estar molesta, no es sentirse culpable, no es saber que se perdió algo, no es sentir vacío, no es sentir… rabia, tal vez. No es el hecho que me ha llevado a sentir esto.


¡Claro que no!


Porque todo eso se queda corto al lado de tanta decepción. Porque duele, por mi vida que duele, sentir que confié en alguien y ese alguien me traicionó. Duele haberme entregado ciegamente por una amistad, duele haber creído en alguien, duele… duele haber reído con alguien, duele haber esperado lo mejor de alguien…

…y que ahora todo esté en la basura.

Tengo que decirte adiós y aún no tengo agallas.

¡Qué amiga tan cobarde tuviste!

¡Qué amiga tan cobarde dejaste de tener!


Me cansó tanta hipocresía, de tu parte, de la mía. Me cansaste tú, me cansó esta “amistad” me importa un bledo lo que diga el mundo, hoy mismo pasas a formar parte del olvido. Aunque duela admitirlo, confié mucho en ti… y el resultado que obtengo es un sentimiento indescriptible… una decepción inmensa. Un corazón, al que siento triste… y es increíble que me sienta así, porque me he dado cuenta de que tal vez no valgas la pena.

¿Qué estoy diciendo cosas, movida por el dolor y la decepción? Lo siento, pero es lo único que puedo escribir ahora. No quiero, no debo y no puedo, esperar a que lo que siento se aleje de mí. Porque la sinceridad perdería su esencia.

Sólo puedo sentirme un poco mejor, al saber que hay personas que valoran una amistad. Y que, gracias a Dios, los he conocido.

***

No hay nada más que decir… salvo que lamento haberles hecho leer esto. Mi intención, el día de hoy, era escribir algo totalmente diferente: una historia que he comenzado a escribir y que, hubiera terminado de no ser por esto. Pero… como lo dije anteriormente, necesitaba escribirlo. Aunque el resultado que obtuve no fue el esperado…: el dolor sigue aquí y las lágrimas corren rápidamente por mis mejillas. ¡Odio llorar por esto! Así que, es mejor respirar profundo y dedicarme a las personas que, siento, no me van a decepcionar. Un beso a todos y gracias por leer.

También les pido disculpas, nuevamente… pero necesitaba escribir esto.





Iss

Sin Título

30.1.09

***

"...Y de esa forma había terminado todo.

Ya Christian no estaba y Rachel supo, en ese preciso momento, que su corazón se había marchado con él. Ya no volvería a verle, no se refugiaría en su mirada.

Ya no quedaba nada.

Sólo vacío… simplemente soledad.

Un corazón que latía, por simple y mero compromiso con la vida. Con una vida que Rachel no tenía idea de cómo vivir. Una vida que la había llevado a Forks, la había hecho conocer a Christian, la misma vida que le había hecho amarlo con cada fibra de su ser… y la misma que ahora le alejaba de él. Una vida que había recomenzado en aquel pueblo y que, ahora terminaba en ese mismo lugar.

Rachel debía confesarse a sí misma, que marcharse de aquel pueblo era la segunda cosa más difícil que había decidido hacer en su vida. Superada, únicamente, por el hecho de tratar de superar la muerte de sus padres.

Y en un momento como éste, simplemente puede haber una conexión importante: el enlace de una mente, un corazón y una persona. Una mente que trata de sobrellevar la situación que causa tanto dolor a un corazón que no se cansa de llorar, de gritar, de suplicar… de rezar porque le devuelvan la vida, o simplemente, porque no lo dejen morir. Y todo eso unido a una persona que no sabe si intentar superar también este dolor o dejarse vencer por los estragos que causa en su vida.

Un momento de indecisión… un momento de lucha interna. Un momento para dejarse caer, sabiendo que el suelo empapado no sería nada en comparación con lo que en esos momentos sentía. Una ropa de viaje que estaba completamente mojada y ahora, comenzaba a ensuciarse, pero que aún con eso conservaba el recuerdo de la última vez junto a Christian.

Un momento en el que se gritó en silencio. En el que se pidió perdón y en el que se rogó la muerte. Un momento de odio a sí misma, de odio hacia su propia naturaleza que no le permitía morir tan fácilmente. Un odio hacia la lluvia que caía sobre ella, un odio hacia aquel auto que se había estropeado una tarde.

Un instante, en el que el peso de la soledad ya no pudo ser soportado. Un minuto de debilidad.

Un segundo de amor, de dolor, de vacío. Un instante de culpa.

Una despedida.

Recuerdos.

De promesas sin cumplir, de caminos sin recorrer. De tardes de lluvia que no serán compartidas, de un abrazo sin recibir, de una caricia que no será otorgada. De silencios, de temores… de vida. De sonrisas, de lágrimas. De pasado. De un presente que se siente como un siglo anterior.

Recuerdos de un último beso. De una sencilla mirada.

Un momento eterno, un segundo frío, una despedida cruel.

...

Y yo debía confesarme a mí misma, que nunca habría sido capaz de entender el dolor al que Rachel se enfrentaba, si no hubiera sido por aquella mirada vacía, por aquellos ojos tristes de los que ya no podían siquiera, ser derramadas más lágrimas.

Porque su corazón seguía latiendo, en un gesto inhumano de hacerle saber que seguía con vida, aunque parte de ella se hubiera marchado con Christian. Porque cada latido sólo significaba una cosa:

'…Sigues aquí… y vivirás sin él…'

Un susurro... una petición:

-No te vayas.

Dolor, por no poder ser escuchada. Vergüenza por ser tan egoísta. Culpa, por ser la causante de todo aquello. Impotencia, por no poder regresar el tiempo. Miedo, por tener que aprender a vivir sin él.

Levantar la mirada y fijarla en el cielo.

Cerrar los ojos.

Vivir mientras se muere. Luchar mientras se pierde.

Respirar profundo.

Una simple promesa, de tratar de continuar.

Sentir la lluvia, escuchar al viento.

Ponerse de pie.

Ser parte del mundo, de un mundo cruel y sin sentido. Caminar hacia una casa, en la que se habitó durante un tiempo mágico. Abrir la puerta y pensar en un niño indefenso en el supermercado.

Caminar hacia la escalera, recordando a un joven que nunca la pudo ver. Un café caliente, una historia diferente.

Melancolía.

Abrir una maleta y sacar de allí, ropa nueva… cambiarse en una habitación vacía, y llevar consigo las prendas de las que acababa de despojarse. Por la simple y sencilla razón, de que la camiseta que llevaba en sus manos, era la que tenía puesta cuando Christian le había abrazado aquella última vez.

Regresar a la sala.

Tomar el equipaje, recordando una tarde en la playa.

Dar media vuelta, pensando en los vecinos.

Un último vistazo a un lugar para el recuerdo.

Abandonar la casa, sin detenerse a mirar atrás de nuevo. Acercarse a un auto, que es recordado por averiarse en la carretera y se el pretexto perfecto para conocer a un joven maravilloso.

Guardar la maleta en el asiento trasero (y colocar sobre ella, la ropa que ha de secarse). Cerrar la puerta y detenerse a mirar hacia el bosque, un bosque que él recorrió, un bosque que guardó su dolor, un bosque que no era más que Christian en la más pura esencia y verdad.

Bajar la mirada y respirar profundo. Dar media vuelta y subir al auto. Encender el motor y empezar a conducir.

Pensar, respirar, llorar… vivir…

…sin él.

Y de esa forma había terminado todo.

Cuando Rachel abordó el avión, que la llevaría de regreso a la casa, que ya no podría llamar hogar, ya no le quedaban más lágrimas que derramar. No tenía deseos que cumplir ni metas que alcanzar. Solamente tenía dudas, recuerdos y dolor.

Se preguntaba cuándo volvería a sentirse bien con el resto del mundo. Cuándo sería capaz de hablar con alguien sin bajar la mirada. Cuándo podría seguir adelante, cuándo su vida volvería a ser, al menos un poco más normal que en ese momento.

Y la única respuesta que pudo encontrar, se la dio un niño sentado a su lado…:

-Sólo el tiempo lo dirá.

Rach lo miró, preguntándose si había dicho todo aquello en voz alta y cuando el niño la miró, le regaló una sonrisa… señalando un libro, que al parecer llegaba a su final. Ella lo miró desconcertada, durante un par de segundos y, luego asintió. Trató de sonreírle al pequeño y desvió la mirada a través de la ventanilla.

Pensó en su padre y supo en qué momento había comenzado a escribir, supo qué tuvo que haber sentido para convertirse en escritor y sólo pudo atribuir aquello a un dolor parecido al que ella ahora sentía.

Cerró los ojos justo cuando el avión iniciaba el despegue. Y volvió a abrirlos, al estar segura de estar volando lejos de todo.

Fue en ese momento que decidió comenzar a escribir su propia historia. Una historia que no leería nadie más que ella, pero que sentía que debía contar.

Su único impulso fue el miedo… el miedo a no poder cumplir sus promesas y llegar a olvidarse de Forks, de la lluvia y de aquel lobo blanco que la había hecho cambiar de tantas maneras.

Fue, gracias a ese impulso, que tomó un lápiz de su bolsa, le pidió a la aeromoza algo de papel y comenzó a escribir… dejando a un lado las lágrimas, pues no quería empañar su historia con ellas.

Escribió, aferrándose a sus letras, para no perder la batalla contra todo lo que sentía.

Escribió porque no tuvo más remedio. Porque a veces la única solución ante un suceso, de aquella magnitud, es dejarlo todo por escrito. Porque, tal vez fue la única salida que encontró…

Escribió para vivir… escribió para no rendirse… escribió, porque ella también necesitaba narrar una historia.

'…Muchas historias de amor, han sido contadas desde el único punto de vista, de una mujer feliz por haber alcanzado sus metas, cumplidos sus sueños y haber conocido al amor de su vida.

Infinidad de historias de vida, han comenzado a ser narradas desde el mismo momento en que el protagonista de la historia ve, por primera vez la luz del entorno que lo ha rodeado en su nacimiento.

Millones de personas se han sentido identificadas, con los personajes de una novela romántica, o de terror… inclusive una comedia.

Pero mi vida ha sido esto… una mezcla de las tres cosas. La unión de un sentimiento y el deseo de poder describir a la perfección, lo que siento al plasmar estas letras en una hoja de papel, obtenida de una aeromoza.

Esta es la historia de mi vida… que no comienza un 31 de Octubre, sino que da inicio a mi llegada a Forks.

¿Nunca han oído hablar de Forks? Pues, como diría mi conciencia, es un pueblo aburrido en el que eternamente llueve, en el que los chicos parecen ser fervientes creyentes de las misas dominicales y en el que un rato de diversión puede estar completamente ambientado en un sueño.

Pero, si quieren mi opinión, Forks resulta ser un lugar grandioso, con un clima extraño sí, pero increíble. Con carreteras repletas de historias, sobre un auto accidentado y un chico extraordinario que sirve de ayuda. Con un joven que no puede ver el mundo, pero que es capaz de ser mucho más vivaz que cualquier otro y con un chico, eternamente joven, que llega al pueblo huyendo de su propia historia.

Con vecinos agradables y un supermercado en el que colocan buena música. Con niños tiernos, que van de un lado a otro, corriendo felices. Con paisajes indescriptibles y un ambiente inigualable.

Un lugar en el que las mañanas están cubiertas de niebla y en el que, mientras duermes, eres arrullado por el sonido de la lluvia.

Un lugar de ensueño, con una playa cercana… la playa más hermosa que jamás van a poder encontrar. Una playa que guarda recuerdos. Que almacena vivencias.

Un lugar para comenzar una nueva vida… y ser testigo también de su final.

Forks, siempre Forks.

Un refugio, un hogar…'

Y el avión despegó… escribiendo un punto final en la historia de una joven de eternos ojos azules, de sedoso cabello castaño y de una vida extensa, por delante… una vida que no será la misma…

…por no poder compartirla con él."




***

Estas líneas forman parte de un último post en un foro de rol.
Sí, lamento si decepciono a algunos, si les parezco tonta a otros.
El hecho es que me gustan los foros de rol. Siento que es un espacio ideal para poder escribir y, trato de aprovecharlo al máximo.

En fin... estas líneas, vienen a ser el último mensaje que dejé en un foro de rol, basado en la serie "Crepúsculo" de Stephenie Meyer.

Sí, he leído Crepúsculo también, aunque en mi opinión (y si a alguien le molesta, lo lamento en el alma, de verdad) prefiero a Anne Rice.

El asunto real de todo esto, es que quise dejarlas aquí también, porque ha sido una de las cosas que he escrito que más me ha gustado y porque le impregné mucho de mí misma, me costó muchísimo escribirlo pero el resultado me gustó (en exceso, creo).

Aclaro algunas cosas:

-La historia de Rachel siempre fue narrada por su conciencia.
-Christian fue su novio.
-Forks, es una ciudad/pueblo en Washington (Estados Unidos) y es el escenario en el que se ambienta la saga de Meyer.
-El lobo blanco, es Christian. (Siguiendo en la onda de Meyer, es un licántropo).

Listo, creo que es todo lo que hay que aclarar.
Sólo queda por decir:

Gracias por leer.
Un beso (:

Complicaciones

27.1.09

Porque no sé si me complico yo.
Si te complicas tú.
Si nadie se complica como debe.
O si ambos nos complicamos en exceso.

Porque no tengo idea de qué fue lo que pasó.

Sólo sé que todo ha cambiado.
Que eso duele... duele como nada.
Pero que, no por ti, sino por mí... voy a tratar de seguir.
Porque, después de analizarlo..
Y aunque suene cruel... y engreído..:

No vales más que yo.

Alguien que actúa como tú... no puede valer más que las suelas de sus zapatos.

(:

¿Muy fuerte leer eso?

No te preocupes, no puede ser más fuerte de lo que he sentido por ti... de lo que ha sucedido por tu culpa.

...o tal vez por la mía.

Por haber creído en ti.



Pero lo repito: no te preocupes.

A fin de cuentas... no son más que meras Complicaciones.






***


¿Texto sin sentido? Tal vez.
¿Letras que van sin pena ni gloria? Es muy probable, que así sea.
¿Un simple texto... nada más que líneas? Efectivamente, eso es.
Pero sólo para quien no pueda entenderlo.

La cuestión es, que necesitaba escribirlo.
Así que, aquí está.

Un beso (:


Error

18.1.09

“De todas formas es traición.
Tú sientes que te traicioné.
Yo me siento traicionada.
Y lo peor de todo esto, es que me falta valor para desterrarte de mi vida.
Y que tú no tienes las agallas para desterrarme de la tuya.”


Cielo nublado. Tarde fría. Un poco de café.

“Y sigue siendo decepción.
Porque crees que te he mentido.
Porque siento que me mentiste.
Porque ya no me hablas.
Porque ya no quiero hablarte.”


Niños que corren. Gente que ríe.

Y yo en medio de ellos, pensando que tal vez las cosas no son como deberían. Cerrando ciclos, perdiendo “amistades”, valorando a los amigos, extrañándote, queriendo devolver el tiempo.

Queriendo salir de aquí. Sintiendo miedo, nostalgia, rabia; tal vez por separado, tal vez en un mismo sentir ¿acaso importa?, planeando un futuro que tal vez no se pueda cumplir. Porque, a fin de cuentas, no tengo idea de lo que sucederá conmigo mañana, en una semana o el mes que viene y muchísimo menos, tengo idea de lo que ocurrirá con lo que hoy en día puedo llamar: mis fieles amistades.

No es ser pesimista, no es tener mala vibra, no es vivir con un mal karma.

Es cuestión de realidad.

“Porque hoy hablamos, pero mañana no.
Porque hoy digo 'Te quiero' pero mañana tal vez no quiera decirlo.

Porque habrán mentiras que serán creídas.
Porque habrán verdades que serán ignoradas.

Porque habrán disculpas que
no van a ser aceptadas.
Porque de todas formas, siempre va a prevalecer la decepción.

Porque yo seguiré y te obviaré, serás como un capítulo más en mi vida.


Un capítulo llamado 'Error'

Porque ha sido todo

…así que, adiós 'amiga/o', adiós."


***





No hay mucho que decir.
Tal vez no haya ánimos.
Tal vez no valga la pena.

Sólo quiero aclarar, que esta entrada no va dedicada a ninguno de los amigos y amigas reales, sinceros y leales que tengo (y que, espero sepan quiénes son). Está simplemente dedicada a aquellos/as que alguna vez fueron catalogados como amigos/as... pero que, simplemente, nunca pudieron ser más que una inmensa y decepcionante mentira.

Un beso al resto y, gracias por leer.

 
Ab imo pectore - by Templates para novo blogger