Sin Título II

30.6.09

“…Hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos…” [1]

Hay vidas que terminan, hay caminos que comienzan. Hay alegrías que se olvidan, hay tristezas que se recuerdan. Hay miedos que se sienten, tranquilidad que se respira. Hay un tiempo, hay un espacio… hay un fin, hay un comienzo.

Todo eso en un instante, todo eso en un momento.

Tomó las manos de Christian y entrelazó sus dedos a los suyos. Respiró profundo.

“…Una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios…” [2]

Hubo un “Lo siento”, hubo un “Te Amo”. Se pudo escuchar un “Para siempre” un “Quiero estar contigo”. Se gritó un “Abrázame” se suplicó un “No me dejes” se oyó el palpitar ansioso de un corazón, que comienza a temerle a una muerte segura. Se comenzó a escuchar una lluvia, compartiendo lágrimas silenciosas. Se pudo oír una vida, siendo parte de otra.

Y todo eso como parte de un silencio.

“…Y algo que brilla así de triste entre tus ojos y mis ojos…” [3]

Luz y oscuridad. Lágrimas y sonrisas. Miedos y esperanzas. Un comienzo y un final. Una primera mirada a unos ojos brillantes… un recuerdo. Un vistazo a una sonrisa, que podía detener el tiempo. Un poema no dicho, un libro sin leer. Un alma sin estudiar, un corazón sin comprender.

Una vida… un final.

“Claro que la soledad no viene sola” [4]

Trae consigo el dolor. Viene acompañada de una inmensa tristeza… tiene el poder de atraer los recuerdos…

"… Perdone, ¿puedo ayudarla en algo? parece que el motor ha muerto…" [1]

Cerrar los ojos, para impedir el llanto.

"… lo siento, no me he presentado, soy Christian Woodds…" [2]

Respirar profundo, para evitar caer.

"… entonces podría esperar aquí contigo, si quieres, claro…" [3]

Sonreír con tristeza… en un gesto de melancolía.

"… Tranquila, todo va a salir bien…" [4]

Asentir… con la seguridad de saber que él siempre había tenido razón.

"… debería estar agradecido de que tu coche se haya quedado atrás…" [5]

Respirar profundo una vez más… esta vez, perdiendo la batalla contra una lágrima rebelde.

Un primer encuentro, una primera vez. Una primera sonrisa, un diferente tal vez.

"Claro que la soledad no viene sola" [5]

Viene rodeada de adiós.

"…Rachel, soy yo, Chris...Christian, del día del accidente de tu coche, el camino, la lluvia… quería decirte....te llamaba para, por si no tienes nada que hacer el 14 de este mes....lo se, se que falta poco, pero es que no encontraba tu número… bueno, había pensado vernos en la playa, la de La Push, sólo si te apetece y si puedes...espero verte allí, ¿qué te parece por la tarde? ¿antes del atardecer?.......cuídate....por favor…" [6]

Una llamada, en pleno Febrero. Un camino, un nuevo comienzo.

"…Creía que no vendrías, que tendrías otros planes…" [7]

Una pequeña sonrisa, junto a un asentimiento. Comprensión… recuerdos.

"… sé que no es muy normal que alguien invite a alguien a una playa el día de San Valentín, después de sólo hablar una vez con esa persona… siento que te necesito… es algo raro, lo sé, pero no puedo evitarlo, no es porque quiera evitarlo, pero es así y desde que te vi aquel día en la carretera he pensado en ti, desde que me encontré con tu mirada supe que te necesitaba, y así era, cuando te fuiste con tu coche ya arreglado cada vez sentía que me faltaba algo… Digamos que si no te veo, o si no estoy cerca de ti, no soy yo...es como si me faltara algo para estar completo, y ese algo eres tú… estoy hecho para ti, y sólo para ti, ahora mismo te pertenezco, bueno, exactamente es mi corazón el que te pertenece, y a nadie más, no cambiará de poseedor, ni siquiera aunque tú no quieras, siempre será tuyo…" [8]

Unas palabras, una confesión. El más nítido de los recuerdos. Increíble dolor.

"… ¿De verdad hay un nosotros?..." [9]

Siempre lo hubo, siempre lo habrá.

"…tendrás que perdonarme pero nunca te pediré que te alejes de mi, no es porque no quiera, es porque no puedo, no está en mi naturaleza pedirle a alguien que quiero tanto, que se vaya…" [10]

¡Claro que no! No había sido él quien tomara aquella decisión, no había sido él quien había decidido alejarse. No había sido él quien debía irse, dejando una parte de sí mismo en ese pueblo tan extraño.

Había sido ella, había sido Rachel.

Y aún así no entendía por qué aquello dolía tanto. No era que desconociera la magnitud de los sentimientos que tenía por Christian, no se trataba de no entender por qué su corazón gritaba que no se fuera.

Todo aquel desconcierto se debía a él. A su dolor, a su tristeza, al vacío en su mirada. Todo aquello tenía que ver con él…

Porque no podía comprender, que él estuviera así.

De pronto un beso y un respiro. Una explicación…:

"… no lo sientas, no quiero que estés mal…" [11]

Entendimiento. Aturdimiento. Culpa.

De pronto comprendió que lo que él decía sentir era mucho más fuerte que cualquier otra cosa en el mundo. Que las palabras que había pronunciado, siempre habían estado impregnadas de sentimientos reales, de sentimientos indestructibles…

En un instante tuvo la completa certeza de que Christian la quería. La quería de verdad, de maneras impensables.

Y se sintió culpable.

Porque su cariño era mucho más fuerte de lo que ella había llegado a imaginar. De lo que pensó algún día, que podía merecer. Porque no sólo era ella la que sentía que dejaba su vida junto a Woodds, era él quien vería partir una parte de sí mismo con ella. Y aquello dolía… por supuesto que dolía.

Fue en ese momento, en ese preciso instante y no en ningún otro, en el que supo qué significado podía tener darle un abrazo… mirar sus ojos… entregarle una sonrisa, dedicarle un te quiero.

Así que guardó su tristeza en cualquier espacio vacío de su corazón, acabó con la mínima distancia que los separaba y se apoyó en su pecho, rodeándolo con sus brazos…

Le abrazó ahora, porque ya luego no tendría tiempo. Trató de respirar con normalidad, para que él no se diera cuenta de las cálidas lágrimas que comenzaban a correr por sus mejillas y cerró los ojos, para no ser testigo de una fuerte lluvia que ahora caía sobre la calle, que comenzaba a empaparlos y que, sólo significaba una cosa:

El cielo también miraba aquella absurda despedida. Compartía aquel momento y lloraba junto a ella.

Porque claro… la soledad no viene sola.




***

Aclaraciones:

[1] , [2], [3], [4], [5] = Fragmentos de "Soledades" de Mario Benedetti.
[1], [2], [3], [4], [5], [6], [7], [8], [9], [10], [11] = estas son frases de Sofía Idoyaga, creo que no pude pedir Partner mejor. Chris nunca pudo ser mejor llevado, mejor pensado, mejor escrito. Lo amo y siempre va a ser así. Así como amo y adoro a mi So. Un sol esta chica, realmente es de las amigas que valen la pena.

La entrada de hoy, es uno de los posteos finales de un personaje en un foro de rol.
Pertenece al tema en el también escribí éste texto y recuerdo haberme conectado tanto con esta historia, que lloré al escribir su final. También la escribí valiéndome de la magia de la música y es por eso que ahora no le encuentro mejor banda sonora que "Run" de Snow Patrol, pero en la voz de Leona Lewis.

Fue una experiencia hermosa escribir esto en su momento.
Es una experiencia hermosa, leerlo ahora.

Gracias por detenerse y echarle un vistazo :)
Un beso.

Les quiero...

Iss

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